
Siempre admiré la inteligencia, sagacidad y humorismo del querido y genial Jorge Guinzburg. Tuve oportunidad de conocerlo y obsequiarle una caricatura de él mismo cuando estaba realizando el programa radial "Vitamina G" desde una exposición en La Rural, en agosto de 2005. Fue un grande con todas las letras, pero más importante aún, fue una excelente persona. Y se lo va a extrañar muchísimo.